Porque queremos festejar nuestro día como maestrxs -como trabajadorxs de la educación- es que no vamos a hablar de D. F. Sarmiento y mucho menos de la representación que la historia oficial ha hecho de él asociándolo a la abnegación, la vocación “a secas” y el sacrificio. Si hay algo importante de rescatar y recordar en nuestro día -que en esta cuestionable cultura necrológica nos asocia a la muerte- sobre este sanjuanino célebre es que fue un gran “discutidor” y que su concepción de la educación jamás estuvo exenta de la política. Todos su proyectos como educador, como estadista, como escritor estuvieron atravesados por su concepción de la sociedad y la cultura que quería construir. En resumen, Sarmiento siempre tuvo claro que no hay neutralidad en el plano educativo, hay tantos tipos de educación como proyectos de sociedad. Esto también lo tuvo claro Paulo Freire, pero su opción estuvo en las antípodas de las de Sarmiento: “La neutralidad no es posible en el arte educativo, y en el acto educativo. Mi punto de vista –yo diría mi opción- es, el de los excluidos, el de los condenados de la tierra”.
Hoy queremos saludarlxs y saludarnos como lo que somos: compañero/as (“comp”- de compartir” y “pañero” – de pan) . Porque compartimos no sólo la forma de ganarnos el pan, sino las satisfacciones y sinsabores de este oficio. Compartimos las horas de trabajo no pagadas, el intento constante de inculcar valores mientras el sistema nos sabotea machacando que “sos lo que tenés”. Compartimos la incertidumbre de nuestros alumnxs y las propias. Y compartimos el enorme desafío de trabajar con, por y para seres humanos, para educarlo/as en valores, en principios, en conocimientos, en proyectos, en deseos. Y eso es una tarea inmensa, una tarea hermosa. Festejémonos y festejemos, sabiendo que esa inmensa tarea se hace en las aulas y en las calles, en la soledad de nuestra lectura y en la comunidad de nuestras voces que se levantan contra la injusticia. Que, como nuestros alumno/as, no somos sino que estamos siendo. Y que no hay mayor educación que la de trabajar para dejarles a quienes están llegando al mundo una sociedad menos perversa, menos injusta, menos violenta.
“No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión”. Paulo Freire
¡Feliz día!
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