Por Natalí Narvaez
El 19 y 20 de Diciembre de 2001, fueron jornadas que quedarán marcadas en la conciencia popular de una manera significativa. El gobierno de “La Alianza” mostraba sus límites a la hora de dar respuestas a las demandas sociales. Las políticas privatistas, que se iniciaron durante el gobierno de Menem, se profundizarían para el 2001, generando de esta manera, una recesión en la economía y un saldo de miles de trabajadores en las calles.
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Mujer con palo, policías con miedo |
Estas jornadas tuvieron la participación de muchos sectores del pueblo incluyendo sindicatos, organizaciones políticas y sociales. Las mismas se cobraron un total de 39 muertos, y a pesar de provocar la renuncia del entonces presidente -Fernando De la Rúa-, no frenaron la crisis política y económica posterior. La sucesión de presidentes en una semana era algo así como un “te levantás y no sabés quién te gobierna”, y en cuanto a la economía, los cambios estructurales que la clase trabajadora exigía y por las cuales se sacrificó, aún los seguimos esperando.
Hoy, a diez años de aquellas jornadas, los/as trabajadores/as seguimos disconformes ante las políticas de los gobiernos que han sucedido a los de La Alianza del 2001, pero también creemos que, si bien algunos cambios se produjeron y son muy buenos para nosotros/as, ellos son el resultados de largas luchas y aún así todavía no nos alcanza para vivir dignamente.
El empobrecimiento de los/as trabajadores/as en la actualidad, es el producto de una política de ajuste que se viene aplicando hace unos años en nuestro país y que traen como consecuencia aumentos poco significativos en los salarios y en cuotas –que se termina comiendo la inflación-, obras sociales vaciadas, aumento en los precios de los productos básicos, inconvenientes para acceder a planes de vivienda, etc.
Mucho nos queda por construir para obtener democracias reales y participativas, salarios dignos, representantes auténticos de los/as trabajadores/as, en definitiva, una sociedad distinta, justa, equitativa y solidaria. Debemos luchar por ello, para construir un futuro para todos/as, llevando en cada acción la fuerza de aquel 2001, cuando soñábamos algo diferente como pueblo y sentíamos que de alguna manera estaba en nosotros/as mismos/as esa voluntad para generar el cambio.
2 comentarios:
Bueno, por lo menos en nuestro gremio sí tenemos representantes auténticos, porque fueron elegidos libremente por los compañeros.
QUE BUENO!!! a que sindicato te referíis cuando decis "nuestro gremio?? ¿De que GREMIO sos?
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