Escrito por Agrupación de Comercio "Desde Abajo"
Publicado en Agencia Nodo Sur
En la actualidad La Anónima es una cadena de supermercados que posee 106 bocas de expendio y abarca un 6,7 % del mercado nacional de supermercados, la mayoría en la región patagónica. Su actual presidente es Federico Braun. La campaña de comunicación se centra en presentarse como una empresa nacional con larga trayectoria, comprometida con su comunidad, con campañas de alfabetización, cuidado del medio ambiente y actividades de deportivas.
Nada dice de su pasado de represión y muerte. Tampoco de su presente de precarización laboral, persecución sindical y acoso psicológico en los lugares de trabajo. Pero este doble discurso no es nuevo en La Anónima, se remonta a los comienzos de su historia, una muy oscura.
En su afán de ganancias y poder nunca dudaron en aplastar a quien cuestionara su hegemonía. Claros ejemplos de esto fueron el exterminio del pueblo Selk´nam a manos de mercenarios pagados por Braun Menéndez para expandir su propiedad en Tierra del Fuego, y las matanzas de obreros cometidas en territorio de Santa Cruz a manos del ejército. Estos episodios tienen un factor y un beneficiario en común: la familia Braun Menéndez, actuales accionistas mayoritarios de LA ANONIMA.
La codicia y el temor a los obreros organizados son dos factores que siguen muy vigentes en esta empresa. Esto lo podemos observar en su Memoria y el Balance General de 2010 presentado en su web oficial: “Las perspectivas del consumo son auspiciosas para los próximos meses, lo cual nos da cierto optimismo con respecto a las ventas que podamos alcanzar en el próximo ejercicio. Sin embargo, la conflictividad social y sindical, sumada a un año electoral como será el 2011, nos invita a seguir siendo cautos en el manejo de los gastos y las inversiones.”
La ecuación es obvia: Conflictividad social = reclamos salariales y mejoras en condiciones laborales.
“El ejercicio finalizado el 30 de junio de 2010 registra una utilidad de $ 118.425.697, lo que representa el 2,50% de las ventas totales, que ascendieron a $ 4.738.965.075. Dicha utilidad resulta superior a la que se registró en el ejercicio anterior que fue de $ 28.551.312 y representó el 0,73% de las ventas de ese ejercicio.”
Es decir planean repartir entre un pequeño grupo de accionistas $ 118.425.697, ¿Qué opinan ahora del compromiso de la Anónima con su comunidad? Cabe preguntarse, cada vez que se escuche o lea el slogan o declaración de principios de la empresa: “La Anónima, Aprecio por usted, por nuestra gente”:
¿Por usted? ¿Una empresa que en su afán de recaudación y maximización de ganancias sube indiscriminadamente y sin justificación los precios, deteriorando en el camino su calidad de vida, puede llegar a tenerle algún aprecio? Piénselo dos veces. ¿A que le puede tener aprecio una empresa más que a las ganancias? Podemos llegar a decir que el “afecto” esta dirigido a su dinero y no a usted.
¿Por nuestra gente? No es de creer que los accionistas de la empresa se identifiquen con usted o con los obreros textiles, empleados de comercio, desempleados, etc. Más bien se identifican con los grandes empresarios, y las clases acaudaladas que consumen sus productos sin importarle el costo, esa es “su” clase de gente. Esa, en definitiva, es su clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario