Jorge Julio López: el maestro inesperado.

Raquel Caprano de Espacio Docente

El 18 de septiembre de 2010 se cumplieron 4 años de la desaparición de Jorge Julio López. Este obrero fue preso político durante la última dictadura y, por ello, testigo clave en el juicio a Miguel Etchecolatz, un comisario tristemente célebre por su importante actuación en la detención, desaparición y tortura de personas en la ciudad de La Plata.

El gobierno y los grandes medios de comunicación hoy ya no hablan de López, en un intento por naturalizar su ausencia y, sobre todo, lo que ésta representa: que el aparato represivo del estado todavía no ha sido desmantelado y que por ello quienes luchan por la verdad y la justicia no tienen asegurados los derechos que un régimen verdaderamente democrático debería garantizarles.

En Trelew, como en otras ciudades del país, las organizaciones populares y de derechos humanos son las que sostienen y hacen públicas las demandas por la aparición con vida de Jorge Julio López (y de otro/as que han sido desaparecidos tanto bajo gobiernos dictatoriales como democráticos) y por el castigo a los responsables. Por eso quienes integramos Espacio Docente participamos en el acto realizado el pasado 18 de septiembre. ¿Por qué? Porque lo/as docentes somos parte del pueblo trabajador que sufre diariamente la desigualdad y la injusticia. Y porque nuestro trabajo se basa en la construcción y transmisión de un tipo de conocimiento que nos permite explicar y reflexionar colectivamente sobre las profundas causas que hicieron posible la Noche de los lápices hace 34 años, que desapareciera Julio López e Iván Torres, que torturen y asesinen en las comisarías a Luciano Arruga y cientos de jóvenes en todo el país, y que hacen posible este estado de cosas tan doloroso y perverso en el que vivimos.

Diversas agrupaciones y numeroso público pidieron por J.J.López

 

Creemos que la enseñanza no se agota en las aulas y las palabras. El ejemplo, la coherencia entre el decir y el hacer, el salir a la calle y poner el cuerpo también son parte de la enseñanza de que los derechos y la democracia no se declaman sino que se conquistan y defienden.

Jorge Julio López se convirtió en un maestro inesperado que nos enseñó la valentía y el amor por la verdad y la justicia. Sigamos su ejemplo y el de todo/as lo/as que aportaron para que vivamos en una sociedad justa, igualitaria y fraternal.

Espacio Docente

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