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jueves, 16 de febrero de 2012

Breve recorrida crítica por la historia de ATECH

La siguiente es una disertación que el docente y congresal electo por la regional este de Atech, Arturo Lizama, diera en oportunidad de realizarse en la sede Trelew de CTA la charla-debate
 "Miradas sobre la realidad sindical en la Patagonia". Resulta de gran interés para conocer en contexto y desde una mirada crítica la historia de ATECH, desde su creación hasta nuestros días.

Por Arturo Lizama
Voy a hacerles un breve racconto autobiográfico, si se quiere, sobre el proceso histórico del gremio docente chubutense; esperando que los hitos principales que distingo, les sirvan de experiencia para el trayecto que uds. quieren emprender.

1. Ni bien instaurada la democracia empezaron las actividades de la ADP (Asociación Docentes Provinciales) y yo milité inmediatamente como delegado escolar. Y aquí aparece la primera consideración de orden general: la vuelta a la democracia no fue algo que se produjo mágicamente el 10 de diciembre de 1983, sino un proceso que empezó antes con la lucha de miles de mártires entre los que se destacan las Madres y Abuelas de P. de Mayo y que hay que seguir construyendo día a día. Pero también debemos decir, en honor a esos mártires, que se ha ido construyendo con la participación de quienes habíamos sobrevivido al proceso militar, tal vez por eso la marcha es tan lenta y llena de obstáculos y contramarchas. Es un ejercicio recomendable revisar en algún archivo los diarios de 1980, más o menos, para saber en qué andaban nuestros principales dirigentes (yo me he llevado un par de desagradables sorpresas al respecto). También es interesante ver qué hacen los dirigentes en forma paralela al sindicalismo: muchos derivan en empresarios.

2. Por 1987, si mal no recuerdo, en un par de asambleas provinciales, tratamos y aprobamos los estatutos que transformaron la ADP en ATECH: de ser docentes, pasamos a asumirnos como “trabajadores”, renunciando a toda aquella lisonja folclórica de “padre del aula”, “segunda mamá”, “sacerdote laico”… y esto amerita un nuevo intento de generalización. “El nombre es arquetipo de la cosa”, decía Borges en “El Gólem”, y al asumirse como trabajador, se pretende poner el acento en las condiciones materiales de esta condición: el salario y todo lo que pueda asegurar que cumplamos esa función en condiciones dignas. Trabajador es una palabra dicha desde quien se afilia, “empleado”, en cambio, tiene sentido sólo si un empresario nos contrata; el empleo se nos da, el trabajo es lo que vendemos, tratando de imponer nuestras condiciones.

3. Los años 90 encuentran a nuestro sindicato único aún, en un contexto contradictorio: una gran crisis económica que acarrea la pérdida de un sueldo completo y 12 años de congelamiento salarial absoluto. Atech misteriosamente, en lugar de oponerse a esa gestión política se desmoviliza, las Comisiones Directivas Provinciales son intrascendentes, la participación se restringe a los plenarios de Secretarios Seccionales y la institución se embarca en una aventura comercial: la mutual sindical, cuyos desaciertos (¿corrupción?), aún hoy se están pagando. Moraleja: la conducción de un sindicato y su patrimonio no pueden comprometerse en otra cosa que no sea la obtención de beneficios laborales, los beneficios que salgan del bolsillo del propio trabajador son mentirosos y pueden derivar en estafa.


4. Fue tal la desidia de la conducción que en 2002 los docentes autoconvocados dimos el cacerolazo chubutense durmiendo en la legislatura para que se apruebe la recomposición salarial. Fue una medida firme pero absolutamente pacífica en la que debimos cuidar que la propia conducción no la sabotee con la violencia, como intentaron un par de dirigentes.

5. Allí nace un nuevo sindicato docente (SITRAED). Yo creo que es saludable que haya 2 alternativas sindicales, pero siempre y cuando ambas sean combativas, que se alternen en los reclamos y que suban permanentemente la apuesta por las mejoras laborales. Si son obsecuentes, pasa absolutamente lo contrario, debilitan la fuerza del gremio y se conforman con beneficios para los dirigentes: licencias, bienes, privilegios…

6. Así llegué al año pasado a militar en esta alternativa que se llama “Espacio Docente”, que me ha aceptado de inmediato, que ha confiado en mi y me ha dado un lugar en el grupo y nos ha ido bastante bien en las elecciones para Congresales. Por sobre todo, creo que hemos logrado perfilar un grupo interesante de un centenar de afiliados con los que seguiremos en contacto este año para consolidar una línea política de perfil crítico que busque y proponga alternativas superadoras a la situación laboral.

7. Para tener esperanzas en el futuro primero hay que tener esperanzas en uno mismo y luego ir uniendo fuerzas con otros que también quieren que la cosa cambie. Y las cosas pueden cambiar democráticamente, sin actitudes patoteriles que son resabios de la dictadura, poniendo en discusión los temas que nos agobian, desnaturalizándolos, sin resignarnos a creer que siempre fue así, a que no se puede cambiar… Los trabajadores tenemos que juntarnos para pensar sobre temas comunes como la megaminería, como el futuro de las cooperativas eléctricas, la calidad de la educación de nuestros hijos y tantos temas más que nos preocupan… Y, especialmente, para opinar sobre nuestro salario y nuestras fuentes laborales: hoy, precisamente, la OIT informó que la cifra de desocupados en el mundo llegará este año a 200.000.000 de personas y que para garantizar la paz social, hace falta que en los próximos 10 años se creen 600.000.000 de puestos de trabajo. Defender las condiciones dignas de trabajo es defender la paz social.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siguiendo el proceso de memoria histórica acerca de ATECH….
Las condiciones laborales docentes se vieron afectadas, , por esta situación de emergencia económica a lo largo de toda la década estudiada que redundaron en el congelamiento de la antigüedad y la suspensión del nomenclador docente, dando lugar a remuneraciones más bajas que las medias regional y nacional. El salario de bolsillo de un maestro de grado con 10 años de antigüedad era en el año 2000 de $393,6 en la provincia mientras que la media de la región patagónica trepaba a $584,5 y la media del país a $477,7. Sin embargo, el sindicato más importante de la provincia –ATECh)-, que fue uno de los más combativos y con presencia en la escena política provincial durante los ´80, disminuyó su peso en los ´90. Esto se explica por una progresiva pérdida de legitimidad de la dirigencia gremial frente a los docentes ante la percepción de que la política del sindicado se había tornado demasiado negociadora. Por otra parte, la política gubernamental de aplicar la pérdida del pago por presentismo y descuentos por días no trabajados a los docentes que pararan constituyó una línea de acción que no puede ser soslayada al momento de encontrar explicación a la baja adhesión a las medidas de fuerza durante la década. Otro elemento que tampoco puede ser dejado de lado es la presencia de los docentes “Autoconvocados” que han resultado actores de peso en los reclamos durante los paros del año 2002. El gremio recién intentó ponerse al frente de estos pedidos cuando se percibió sobrepasado por la dinámica de las bases que ya habían impuesto el conflicto. La decadencia del gremio provincial tradicional y las limitaciones inherentes a los movimientos “Autoconvocados” han servido de marco para la aparición de expresiones gremiales en ciertos ámbitos locales.
Cintia