Masacre de Trelew: 39 años después, nos une la misma lucha

            El lunes 22 de Agosto y en el marco de las actividades en conmemoración por los 39 años de la masacre de Trelew organizadas por MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), la Federación Universitaria Patagónica y otras organizaciones sociales, se realizó en el comedor universitario, “Luis Illana” una charla con Alberto Santillan, papá de Darío, uno de los jóvenes militantes asesinados por el aparato represor duhaldista en junio del 2002. Acompañaron a Alberto, Pablo Solanas del Frente Popular Darío Santillan y Fernando Esteche del Movimiento Patriótico Revolucionario, Quebracho. Éste último inició el debate alertando sobre la creciente criminalización y estigmatización de las luchas populares y la persecución sistemáticas a sus dirigentes. Destacó también que los calificativos como provocadores, violentos, delincuentes subversivos con los que el poder y los medios pretenden denigrar a los que protestan, son parte de una vieja tradición argentina que se remonta a Sarmiento y Mitre y que lamentablemente naturalizamos. Esa es una debilidad de los movimientos sociales: naturalizamos distintas formas de estigmatización y represión de la protesta social.

Pablo Solanas agradeció la visita y resaltó como sumamente positivo el piso antirepresivo que se visualiza en todas la organizaciones político populares, independientemente de algunas diferencias. Esa intolerancia a la muerte y la represión que todos los que militamos compartimos y que debemos seguir cultivando. En esta misma línea aseguró que debemos trabajar en procesos de unidad en el movimiento social. Instalar una agenda de tareas conjuntas para ver qué podemos hacer juntos.

Previo  a la ronda de preguntas Alberto Santillan relató brevemente el estado de la causa judicial que investiga el asesinato de su hijo, causa que ya individualizó a los responsables materiales del hecho, pero que se demora indefinidamente para identificar al autor intelectual. Seguimos sin tener respuesta del kirchnerismo que termina siendo cómplice de una asesino como es Eduardo Duhalde. La causa está parada. La justicia es rápida para enjuiciar a los luchadores populares, pero muy lenta para perseguir a los amigos del poder. Siento impotencia al ver como Duhalde se candidatea a presidente cuando tendría que estar preso. Para referirse a la fecha señaló: Me alegra mucho ver a tanta juventud. La acción de Darío ha creado conciencia. Hace diez años que estoy sin él y sigo aprendiendo, esto me hace sentir mucho orgullo de ser su padre. Desde muy chico tuvo como principio la solidaridad, haciendo realidad la frase del Che, de sentir la injusticia ajena como propia. Dejó las comodidades que yo como padre le brindaba y se fue a vivir con los pobres y desocupados. Él siempre supo que lo podían matar, pero estaba dispuesto a llevar sus convicciones hasta el final.

            El debate continuó con preguntas y apreciaciones respecto a la caracterización humana y política de Darío Santillan y de cómo su lucha sigue vigente en los más jóvenes que ven en él una inspiración y en los más grandes que continúa con su legado.

Unir las puntas de un mismo lazo

El padre

El nieto

Alberto Santillán e Iván Bonet, nieto de Rubén Bonet, uno de los militantes fusilados, se encontraron en los discursos del acto que se realizó por la tarde en el aeropuerto Viejo de Trelew, lugar donde fueron detenidos los 19 militantes luego de fugarse del penal de Rawson. Alberto e Ivan hablaron de sus muertos que no se mueren, aunque muchos quieran; de nuestros muertos que no se mueren y que empujan y que levantan y que enseñan. Ambos vinieron desde lejos, desde las puntas de su historia personal y colectiva. Puntas de un mismo lazo, de una misma historia de lucha que deviene en más lucha. Ambos hablaron ayer de estos muertos que dan vida; de esta militancia que enfrenta a la muerte con la memoria fresca. Ambos nos hicieron entender que el tiempo del pueblo es uno solo, como es uno solo el enemigo que lo somete y que la unión sincera de todos los luchadores sociales desprovista de sectarismos y mezquindades es la respuesta organizada imprescindible para vencerlo.

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