Por Emiliano Allen
Recordamos hoy a Elvio Angel Bel, uno de los tantos desaparecidos por la dictadura militar, pero no es un acto más. Porque cada vez que rendimos homenaje a un desaparecido lo hacemos, a la vez, para todos los que lucharon por un país mejor, para los que creyeron en la participación y militancia como instrumento para mejorar la vida de una sociedad injusta y desigual. Por eso el homenaje es individual y también colectivo porque la participación y la militancia lo son.
Elvio Ángel Bel fue uno de los miles de perseguidos, torturados y asesinados por una dictadura genocida y miedosa. Miedosa del poder popular y de los dirigentes populares que ponían en duda un modelo de país dominado por un puñado de oligarcas que por medio de las fuerzas armadas impuso su pensamiento a bala y picana. Pero afortunadamente, de la lucha de los desaparecidos no nos queda sólo el recuerdo, nos queda un inmenso legado de lucha y de compromiso; de saber, como lo demostró Ángel, que la educación es la mejor herramienta para la liberación de los pueblos, por eso su compromiso como educador fue siempre dirigido a los más necesitados, a los niños olvidados de las escuelas rurales. Y también como impulsor del Instituto de Estudios Superiores que luego sería la Universidad Nacional San Juan Bosco. Impulsó también la conformación del primer sindicato de docentes de la provincia demostrando su vocación por la unidad de los trabajadores.
Debemos tomar como ejemplo en el compromiso político, su decisiva intervención para la creación de la Comisión de Solidaridad con los Presos Políticos involucrándose en la defensa y representación de Mario Santucho, uno de los presos detenido en la U 6. Esto le costó su detención con otros 15 ciudadano/as que fueron trasladados a Villa Devoto y recuperó su libertad gracias a la lucha del pueblo de Trelew.
Esta breve síntesis de su vida nos demuestra su militancia desinteresada, su compromiso permanente con los más necesitados y con su ejemplo nos hace saber que lo que trasciende no es lo individual; siempre es lo colectivo, porque no importa MI educación, sino la nuestra, no importa MI progreso, sino el de todos, no importa MI bienestar, sino el de nosotros.
Elvio Angel Bel fue detenido un día como hoy en este mismo lugar, casi a esta misma hora hace ya 35 años y sus captores todavía están impunes. Nuestro homenaje no solo debe quedar en palabras, debemos seguir luchando por la memoria, la verdad y la justicia, porque una injusticia no resuelta abre el camino a otra injusticia.
Discurso leído durante el acto del 04 de Noviembre de 2011
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