Por Arturo Lizama
La actual gestión del Ministerio de Educación intenta poner en marcha, en estos últimos meses de mandato, una serie de concursos para los docentes: concursos de ascenso, de traslado y de ingreso. Sin caer en la tentación de juzgar por qué recién ahora, tengo que advertir que los mecanismos de información para la participación de los interesados en estos concursos corren el riesgo de viciarlos de ...nulidad (como ya sucedió con el primer llamado a concurso de ascenso, a principios de año). El nuevo llamado a Concurso de Ascenso, por ejemplo, tuvo que ser debatido en Legislatura, de tan controvertido; salió a mitad de año con el nombre de Ley VIII N°94 y en setiembre ya debió ser “emparchado” con la Ley VIII N° 96… así de tambaleante viene. La elección de los miembros del jurado para este concurso debió haberse realizado el 28 de octubre (según Circ. Conjunta N°17/11 de las Supervisiones Técnicas Grales. De N. I. y Primaria): no se realizó… Hoy supimos por una Nota, que se realizará el próximo 11 del corriente, sin conocer la nómina de candidatos. El concurso de traslados da posibilidad a los docentes titulares de Escuelas de Adultos a que muden su cargo a escuelas comunes. Aún no está resuelto y ya sale un concurso de ingreso: ¿qué vacantes se les va a ofrecer a los interesados si aún no sabemos cuáles han sido cubiertas por traslado?. Más: el concurso para ingreso llama a cubrir cargos de tutor en el Ciclo Básico de Nivel Secundario en las Unidades Educativas Multinivel. Es decir: todo lo contrario a lo que se hizo hace unos cuatro años, cuando la sanción de la Ley de Educación Nacional, en que se obligó a los maestros que se desempeñaban en la (hasta entonces) EGB3, a optar por un cargo titular en Primaria… pero ahora se margina a esos titulares con experiencia. Además se vuelve a “primarizar” esta etapa del Nivel Secundario: ¿es equitativo con respecto a los alumnos que pueden asistir a una escuela secundaria? Y es que las U.E.M., estas heroicas escuelas rurales que suelen tener todos los niveles obligatorios del sistema atendidos por un puñado de maestros, mal que nos pese, NO EXISTEN EN EL ESTATUTO DEL DOCENTE. La gran deuda de todas las gestiones políticas de la democracia chubutense con la educación (incluidas las gestiones sindicales) es la normativa. La Ley de Educación Provincial copia la Ley Nacional con escasa adecuación a la jurisdicción: su reglamentación, salvo en lo que se refiere a Educación Privada, es mera formalidad, y, en el caso del “Ámbito Rural” (donde funcionan las pobres U.E.M.), ni siquiera se han molestado en reglamentar los 3 artículos que son copia casi textual de la Ley Nacional (porque es lo mismo una escuela rural acá que en La Quiaca o en Misiones, ¿vió?). Todo esto con la complicidad de, no uno, sino dos sindicatos docentes que se hacen los distraídos o, peor aún, participan en la divulgación informática de todas estas medidas!!! Como si la Internet fuera la nueva vía de información oficial… como si todos tuviéramos Internet (se sigue ignorando la realidad rural olímpicamente, o aún la urbana de aquellos que se resisten a la informatización de la vida, o de oficinas como Supervisión, que hace más de dos meses no tiene conectividad). Ante este panorama, sólo queda la resistencia ciudadana. No seamos cómplices o idiotas útiles de estas maniobras improvisadas que marginan: un maestro tiene que escribir en papel y firmar sus planificaciones, un equipo directivo y un supervisor tiene que escribir su proyecto de gestión, una escuela tiene que elaborar su PCI, su PEI y cualquier acción que se salga de la rutina (ni hablar d una salida de estudios!!!!!)… ¿por qué permitir que el Ministerio improvise?... ¿por qué no exigir a los sindicatos un plan alternativo a la obsecuencia y a la resignación?... Menuda bienvenida para la gestión que asume en diciembre
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