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sábado, 14 de septiembre de 2013

Ante un nuevo femicidio en Trelew: la pasión no asesina, el machismo sí.



Si la pasión es asociada a una total entrega de una persona hacia otra, puede terminar en la muerte. Nilda Ávila, de 44 años,  pagó con su vida  el protagonizar un  supuesto “drama pasional”. En realidad Nilda fue víctima de femicidio a manos del que era su marido Jesús Marciano Flores de 55 años. 
Las mujeres en esta sociedad somos víctimas de muchas violencias; una de ellas es que los hechos en los que somos sometidas y violentadas sean constantemente sujetos al análisis a partir de la desconfianza y de la culpabilidad hacia nosotras.
Según medios locales dos policías llegaron a la escena del crimen cuando Nilda todavía estaba con vida. Dos policías,  dos versiones; uno de ellos afirma que la mujer dijo: "Él no tiene nada que ver, yo fui”. El otro afirma que ella dijo: “"Me tiró, me tiró...”
¿Palabras tan diferentes entre sí pueden escuchar dos personas?  Tal vez siga operando la idea del “crimen pasional” que justifica el femicidio perpetrado por Flores desde la falsa noción de que no pudo hacer más que asesinar. Tal vez sea que la palabra del hombre -“Se pegó un tiro sola”- tenga más peso que la de la mujer agonizante. Y ese machismo subrepticio tiñe el hecho concreto bajo un velo de confusión y desconfianza hacia la agonizante Nilda. Una vez más se intenta liberar de culpa y cargo a un asesino de mujeres.
La violencia machista prosigue en Chubut. Hace poco tiempo Cristina Cayequl en Esquel (el asesino: Daniel Esteban Orias; ex pareja de Cristina, denunciado infinidad  por violencia y acoso hacia Cristina), hace más tiempo Yanina Truequil la cual fue víctima de femicidio a manos de Eugenio Daniel Ruiz  que había sido puesto en libertad luego de haber asesinado a su anterior pareja.
Ahora la historia parece repetirse: quizás una sola muerte no es suficiente para ser considerado un femicida. Este hecho nos muestra que existe una inequidad en las relaciones entre varones y mujeres, una inequidad que afecta a la mitad de la población. Esta desigualdad es la muestra de la falta de libertad que padecen las mujeres, una desigualdad que se cobra muchas veces con la vida. Cuando una mujer es asesinada por su pareja, como sociedad vemos el impacto de esas condiciones desiguales que parecen naturales. Condiciones que afectan la libertad social de las mujeres.
Desde la Cátedra Abierta de Género exigimos juicio y condena a Jesús Marciano Flores por el femicidio de Nilda. Entendemos que una de las formas de resistir a tanta violencia de género es precisamente utilizando un lenguaje que a la vez pueda concientizar a la sociedad en general de la situación alarmante que estamos padeciendo: los “crímenes pasionales”, “dramas pasionales” NO EXISTEN. Justicia por este femicidio (nominemos correctamente)! ¡JUSTICIA PARA NILDA!
Nos ponemos a disposición de familiares y amigxs de Nilda para realizar todas las acciones necesarias para que su femicidio no quede impune. 
¡Ni una mujer menos, ni una muerta más!
                                                                                                      Cátedra Abierta de Género, Trelew.


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