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lunes, 31 de enero de 2011

Noticias de un escritor maldito

Por Héctor Huircan

La primera vez que leí "Factótum" de Charles Bukowski  tenía mas o menos la edad del protagonista del libro; es decir que navegaba en esa etápa incierta que va de la adolescencia a la adultez. La primera gran impresión fue sentirme reflejado en esa grosera escición del joven Chinasky entre lo que era y lo que se esperaba de él. La risa se termina cuando se deben tomar decisiones, asumir riesgos y al tener la seguridad ingrata de que todo lo que resta de vida será más o menos igual de absurdo.


Pero fue en el terreno estético donde se produce el verdadero descubrimiento. Yo venía de leer clásicos de la "literatura universal", autores diversos del llamado "boom" latinoamericano, tragedia griega, mis queridos monstruos rusos tan argentinos; Borges y Sábato, que siempre estuvieron y están. Pero Factótum era otra cosa, la prueba de que el esteticismo no era necesario para contar algo cuando había algo realmente que contar. El lúnatico Chinasky, completamente borracho, tirándose un largo y sonoro pedo delante de una puta otoñal, proclamándose el mejor amante del mundo. La imagen todavía hoy tiene fuerza, dice algo, me emociona y divierte la tierna indefensión del personaje y a la vez el impulso primitivo de rebelarse ante eso. El mundo es cruel y no tiene lógica alguna, nos dice el autor y al mismo tiempo se mueve en él con la seguridad de un profeta y la certeza de un santo. No pone obstáculos, se entrega a esa caprichosa hoja de ruta que es nuestra vida adulta: viaja cuando no hay donde ir, coge todo lo que puede, bebe siempre, brinda en cuanto se lo permiten, trabaja cuando puede en lo que puede, dice poco porque sabe que nada de lo uno diga va a cambiar nunca nada. Por supuesto, estos no son consejos para seguir. Son apenas una forma de decir que todo es muy confuso y hay que estar preparado para lo que toque, dejarse ir pero sin dejarse sorprender por la jugada que viene. Estos si son consejos que más de una vez debí recordar.

Este libro lo presté, me lo robaron, lo volví a comprar, lo regalé a amigos, se lo recomendé a mucha gente. Actualmente está en el fondo de una caja que hoy mismo voy a desarmar porque simplemente me dieron ganas de releerlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca me ha parecido que bukowsky sea un gran escritor. Puede ser un gran provocador pero la literatura es otra cosa completamente distinta

Anónimo dijo...

¿Y qué es la Literatura?