ESPACIO ABIERTO PARA QUE LEAN, OPINEN, CRITIQUEN Y COMENTEN TODA/OS AQUELLA/OS QUE VEN A LA DOCENCIA COMO LA FORMA DE PROYECTAR LA CULTURA Y EL SABER HACIA UN FUTURO DISTINTO... A TRAVÉS DE ESTE MEDIO DAREMOS A CONOCER COMUNICADOS DE INTERÉS PARA UNA PARTICIPACIÓN PLURAL DE NUESTRA/OS COMPAÑERA/OS Y COLEGAS.

viernes, 1 de mayo de 2009

HOY COMO AYER UN DÍA DE LUCHA

1º DE MAYO, DÍA DE LOS/AS  TRABAJADORES/AS:



 “¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema donde sea imposible que mientras unos amontonan millones [...], otros crecen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con la naturaleza y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar.”
George Engel, uno de los mártires de Chicago al tribunal que lo condenó en 1.886.

El 1° de mayo es una fecha conmemorativa y de lucha, porque se recuerda la gran huelga de trabajadores norteamericanos en reclamo del establecimiento de un régimen laboral, que estableciera las condiciones de trabajo. Dentro de estas últimas se pedía sobre todo la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas. Sancionada la ley que establecía esta duración de la jornada laboral, faltaba su efectivo cumplimiento. Por ello en EEUU se organizó una gran huelga para el 1º de mayo de 1.886 que tenía como consigna principal: “ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar, ocho horas para hacer lo que queramos” (¡cuanta vigencia tiene esta idea por estos días, siempre insuficientes!). La huelga tuvo una participación multitudinaria en todo el país prolongándose por tres días. Muchos manifestantes fueron arrestados y en la ciudad de Chicago cinco de ellos fueron ejecutados luego de un juicio plagado de irregularidades. Estos trabajadores anarquistas se conocieron y conocen  mundialmente como los “Mártires de Chicago”.  Su sacrificio dio frutos, porque a partir de allí se estableció una jornada de 8 horas en casi todos los países.
Desde hace un tiempo, como producto de múltiples factores económicos y políticos, los/as trabajadores/as hemos sufrido pérdidas de conquistas sociales que, a través de una larga historia de lucha, habíamos conseguido. Muestra de ello son la precarización de los contratos, el aumento del trabajo en negro, la extensión de la jornada de trabajo y los días laborales, etc. En el ámbito educativo esto es muy claro: salarios muy por debajo de la canasta familiar, la necesidad de trabajar dos y/o tres turnos (es decir hacer el trabajo de tres personas), la multiplicación de tareas ante situaciones cada vez más complejas son sólo algunos ejemplos de ello.     
Estas son sólo algunas de las razones por la cual el sentido del 1° de mayo tiene hoy más vigencia que nunca. No debemos considerarlo un feriado más sino que debe servirnos para juntarnos a reflexionar y buscar nuevas formas de organización para luchar contra las consecuencias inhumanas de la explotación. En esta tarea, aprender de la historia del movimiento obrero resulta imprescindible. 
Los/as docentes tenemos que terminar de entender que, aunque nuestro trabajo es de tipo intelectual y nuestras herramientas son el conocimiento, la cultura,  la didáctica y la pedagogía,  trabajamos por un salario y eso nos hace compartir un destino común con todos/as los/as trabajadores/as. Es ilusorio pensar que nuestra situación, aunque tenga sus particularidades, puede ser realmente satisfactoria prescindiendo de lo que le pasa al resto de los/as que trabajan. Por eso una mejor educación para todos/as necesariamente irá de la mano de una sociedad en donde los derechos y el bienestar sean una realidad y no meras palabras escritas en declaraciones. 


No hay comentarios: