PRIMER COMUNICADO 15 DE DICIEMBRE DE 2009

Estimados compañeros colegas:

Queremos, por este medio compartir con ustedes la profunda preocupación que nos generan las decisiones arbitrarias que ha tomado el Gobierno provincial, con respecto al futuro de los docentes de Chubut. Cerrados absolutamente al diálogo el Sr. Gobernador y la Sra. Ministro de Educación, anunciaron el incremento del los días de clase para el 2010, que pasarán de los 180 actuales a 191. También informaron que no habrá aumento de sueldo en todo el año que viene. Las declaraciones citadas textualmente, por los diarios no dejan duda de su espíritu antidemocrático. No hablan de negociar, informan lo que va a suceder. Esta doble medida del gobierno contra los trabajadores de la educación del Chubut y que, insisto,  no están sujetas a negociación, tiene las siguientes implicancias: por un lado incrementa el desequilibrio entre remuneración percibida por trabajo realizado. Los docentes chubutenses, cobramos mucho menos de lo que deberíamos  por el trabajo que realizamos, por lo tanto, un aumento a 191 días de clase significa más trabajo por el mismo sueldo. Por otro lado, a nadie escapa el incremento permanente de los productos de la canasta familiar básica. El anuncio de que no habrá recomposición salarial por todo el 2010 significa una pérdida aún mayor del poder adquisitivo de nuestro sueldo frente al siempre creciente costo de vida. No existe el más mínimo argumento pedagógico en la decisión de sumar días de clase al calendario escolar y no cabe duda que es un intento más por presentar al país un embustero Modelo Chubut con record en días de clase y baja repitencia. Compañeros, nosotros sabemos cómo se logró la reducción del 15% en el índice de repitencia en el nivel secundario y no fue por los 180 días de clase. Fue por la presión sistemática que este perverso sistema educativo delineado por nuestro gobierno, ejerce sobre los docentes, en cada una de las jornadas de trabajo. El mandato es: ¡¡Aprueben, aprueben a todos, como sea!!  Sabemos bien lo que se vive en las escuelas y sabemos mejor que un incremento en la cantidad de días de clase no es solución de nada. Sabemos también, que sí sería una solución percibir un salario digno, acorde a las exigencia de nuestra labor y suficiente para vivir decentemente. Estefanía Aguirre (lista verde), flamante Secretaria General de ATECH, catalogó de muy positiva la reunión mantenida con la Ministro , en la cual se comunicaron los anuncios arriba descriptos. Nos gustaría preguntarle a Estefanía, máxima representante sindical de los docentes, cómo es que puede considerar positiva una reunión en la que se le  anuncia que a sus representados se les va a imponer más trabajo y menos remuneración. Lo de Estefanía sí que representa todo un record: todavía no asumió su cargo de Secretaria General y ya entregó a los docentes de Chubut a la prepotencia y al despotismo de un gobierno que se dice democrático, pero que impone sin negociar, reprime sin dialogar y manda sin escuchar.  Compañeros, hay que estar atentos. Charlar con nuestros colegas sobre estos temas, organizarnos, discutir, ya que somos todos los perjudicados. Manifestarse, participar y  exigir a nuestro sindicato la defensa irrestricta de nuestros derechos y no aceptar su complacencia ante las imposiciones ministeriales. Debemos hacer escuchar nuestro fastidio y que nuestra voz sea una sola, pero la expresión de miles de voces que entienden realmente el valor que la Educación tiene para una sociedad.

NUESTRA QUEMA SIMBÓLICA

HOY COMO AYER UN DÍA DE LUCHA

1º DE MAYO, DÍA DE LOS/AS  TRABAJADORES/AS:

 “¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema donde sea imposible que mientras unos amontonan millones [...], otros crecen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con la naturaleza y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar.”

George Engel, uno de los mártires de Chicago al tribunal que lo condenó en 1.886.

El 1° de mayo es una fecha conmemorativa y de lucha, porque se recuerda la gran huelga de trabajadores norteamericanos en reclamo del establecimiento de un régimen laboral, que estableciera las condiciones de trabajo. Dentro de estas últimas se pedía sobre todo la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas. Sancionada la ley que establecía esta duración de la jornada laboral, faltaba su efectivo cumplimiento. Por ello en EEUU se organizó una gran huelga para el 1º de mayo de 1.886 que tenía como consigna principal: “ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar, ocho horas para hacer lo que queramos” (¡cuanta vigencia tiene esta idea por estos días, siempre insuficientes!). La huelga tuvo una participación multitudinaria en todo el país prolongándose por tres días. Muchos manifestantes fueron arrestados y en la ciudad de Chicago cinco de ellos fueron ejecutados luego de un juicio plagado de irregularidades. Estos trabajadores anarquistas se conocieron y conocen  mundialmente como los “Mártires de Chicago”.  Su sacrificio dio frutos, porque a partir de allí se estableció una jornada de 8 horas en casi todos los países.

Desde hace un tiempo, como producto de múltiples factores económicos y políticos, los/as trabajadores/as hemos sufrido pérdidas de conquistas sociales que, a través de una larga historia de lucha, habíamos conseguido. Muestra de ello son la precarización de los contratos, el aumento del trabajo en negro, la extensión de la jornada de trabajo y los días laborales, etc. En el ámbito educativo esto es muy claro: salarios muy por debajo de la canasta familiar, la necesidad de trabajar dos y/o tres turnos (es decir hacer el trabajo de tres personas), la multiplicación de tareas ante situaciones cada vez más complejas son sólo algunos ejemplos de ello.     

Estas son sólo algunas de las razones por la cual el sentido del 1° de mayo tiene hoy más vigencia que nunca. No debemos considerarlo un feriado más sino que debe servirnos para juntarnos a reflexionar y buscar nuevas formas de organización para luchar contra las consecuencias inhumanas de la explotación. En esta tarea, aprender de la historia del movimiento obrero resulta imprescindible. 

Los/as docentes tenemos que terminar de entender que, aunque nuestro trabajo es de tipo intelectual y nuestras herramientas son el conocimiento, la cultura,  la didáctica y la pedagogía,  trabajamos por un salario y eso nos hace compartir un destino común con todos/as los/as trabajadores/as. Es ilusorio pensar que nuestra situación, aunque tenga sus particularidades, puede ser realmente satisfactoria prescindiendo de lo que le pasa al resto de los/as que trabajan. Por eso una mejor educación para todos/as necesariamente irá de la mano de una sociedad en donde los derechos y el bienestar sean una realidad y no meras palabras escritas en declaraciones.