Por Rebeca Sotelo
Los Encuentros
Nacionales de Mujeres tienen sus orígenes, allá por el año 1986 manteniéndose
de forma ininterrumpida hasta nuestros días. El objetivo de los mismos ha sido
históricamente, constituirse como un espacio en el que las voces de miles de
mujeres acalladas, sean escuchadas a través de una modalidad horizontal,
abierta, democrática y participativa. De esta forma, mujeres de diversos
orígenes culturales, sociales y religiosos se dan cita cada año para debatir
sobre problemáticas que nos afectan como mujeres, pero que son males del
conjunto de la sociedad.
Estos
encuentros expresan las luchas que vienen impulsando las distintas
organizaciones populares, movimientos sociales y de mujeres desde hace décadas.
Luchas que se viven en las fábricas, talleres, casas, barrios, escuelas,
hospitales, universidades, zonas rurales, ciudades etc y donde las mujeres
trabajadoras y de los sectores más humildes cobran un rol protagónico como
motores de un cambio social.
Este año, la
sede del XXVII Encuentro Nacional de Mujeres fue la ciudad de Posadas en la
provincia de Misiones. Y es que no son las hermosas cataratas o el verde
paisaje, las razones que motivaron la realización del encuentro allí, sino el
objetivo de realizar una fuerte denuncia contra la trata de personas en esa
región. Por eso, durante la multitudinaria marcha realizada por las calles de
Posadas el día 8 de octubre, se escucho a coro la consigna “No están perdidas,
no están perdidas, son desaparecidas para ser prostituidas”.
Desde Trelew,
partimos una delegación de 17 compañeras, entre estudiantes y trabajadoras de
distintos sectores, para participar en los talleres de discusión, que este año
sumaron 56, los cuales abarcaron temas como mujeres y organizaciones
sindicales, salud, aborto seguro y gratuito, educación etc. Entendemos que
estos encuentros constituyen una herramienta de concientización colectiva, que
debe ser puesta en función del fortalecimiento del Movimiento de Mujeres a lo largo de todo el
país. Son muchas nuestras luchas y reivindicaciones contra un sistema económico
social machista y patriarcal, que nos explota como trabajadoras y a su vez nos
oprime en nuestra condición de mujeres.
Porque es
nuestro derecho decidir sobre nuestros propios cuerpos y nuestras vidas, es que
apoyamos e impulsamos la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito en los
hospitales. Porque queremos una sociedad libre de todo tipo de violencias,
acompañamos y denunciamos los casos de mujeres víctimas de femicidios, los
abusos sexuales y la violencia de género en cualquier forma que adquiera
(labora, psicológica, simbólica, etc.). Porque queremos una vida plena y sin
miedo denunciamos la explotación sexual y el tráfico de personas. Porque
queremos ser distintas pero iguales en derechos es que seguiremos participando
de estos encuentros y de cada instancia que nos permita dar un pasito más hacia
una sociedad justa, diversa y libre.
1 comentario:
Creo que es correcto que se realicen diferentes marchas para combatir a la inseguridad. Recuerdo que cuando estaba yendo a sacar mi seguro de viaje, vi como una multitud protestaban por las calles del barrio contra la delincuencia y me parece muy bien
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